Sumar las diferencias
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"La capacidad de percibir y pensar de manera diferente es más importante que el conocimiento adquirido." David Bohm |
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¿Qué hacemos cuando nos encontramos con alguien que piensa o actúa en forma diferente a la nuestra? ¿Lo aceptamos? ¿Lo rechazamos? ¿Lo toleramos? ¿Qué pasa en nuestros trabajos, en nuestro entorno social y familiar?
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"Gran parte de la vitalidad de una amistad reside en el respeto de las diferencias, no sólo en el disfrute de las semejanzas."
James Fredericks |
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Muchas veces nuestra tendencia es a eliminar esa diferencia, a desplazar a la persona, o asimilarla con nuestra manera de pensar o actuar. Luchamos por imponer la propia manera de actuar. Y si bien es cierto que en determinadas circunstancias debemos definir rumbos de acción acordados, ésto no siempre es necesario, y cabría preguntarnos: ¿podemos aceptar sin acordar?
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Tengo que aceptar que cuando hay una discrepancia con otro, el otro se encuentra moviéndose en un espacio de coherencia experiencial tan válido como el mío, aunque sea diferente."
Humberto Maturana |
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Si hablamos de matemáticas, sabemos que las diferencias restan. Pero si hablamos de seres humanos, de equipos, de relaciones, podemos hacer que las diferencias sumen. Podemos ver lo diferente como complementario, en vez de verlo como antagónico.
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"Al abrirnos a las diferencias perturbadoras, a veces, descubrimos que la manera de interpretar el mundo de otra persona es verdaderamente esencial para nuestra supervivencia."
Margaret Wheatley |
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Ser hombre, Ser mujer
Por cada mujer cansada de aparentar debilidad,
hay un hombre débil cansado de parecer fuerte.
Por cada mujer cansada de actuar como tonta,
hay un hombre cansado de tener que aparentar saberlo todo.
Por cada mujer cansada de ser calificada de "hembra emocional",
hay un hombre a quien se le ha negado el derecho de llorar y ser delicado.
Por cada mujer catalogada como poco femenina cuando compite,
hay un hombre obligado a competir para que no se dude de su masculinidad.
Por cada mujer cansada de ser objeto sexual,
hay un hombre preocupado por su potencia sexual.
Por cada mujer que se siente atada por sus hijos,
hay un hombre a quien se le ha negado el placer de la paternidad.
Por cada mujer que no ha tenido acceso a un salario o a un trabajo satisfactorio,
hay un hombre que debe asumir la responsabilidad económica de otro ser humano.
Por cada mujer que da un paso hacia su propia liberación,
hay un hombre que redescubre el camino hacia la libertad.
Maria José Arana
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"El hombre se acerca a una mujer porque nota que como hombre le falta la mujer, y la mujer se acerca a un hombre porque nota que como mujer le falta el hombre.
A cada uno de ellos le falta aquello que el otro tiene, y cada uno puede dar lo que el otro necesita.
Por lo tanto, para que una relación de pareja se logre, el hombre tiene que ser hombre y seguir siéndolo, y la mujer tiene que ser mujer y seguir siéndolo."
Bert Hellinger |
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La Asamblea en la Carpintería
Cuentan que en una carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar diferencias. El martillo ejercía la presidencia pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y además se pasaba todo el tiempo golpeando. El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo, dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.
Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera perfecto. En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo.
Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tomillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un lindo juego de ajedrez. Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo: "Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos". La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tomillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto. Se sintieron entonces un equipo capaz de producir y hacer cosas de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos".
Ocurre lo mismo con los seres humanos. Observe y lo comprobará. Cuando buscamos defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa. En cambio, cuando tratamos de percibir honestamente las capacidades de los demás, es cuando florecen los mejores logros humanos. Es fácil encontrar defectos, cualquier tonto puede hacerlo, pero encontrar cualidades, eso es para los espíritus superiores que son capaces de inspirar todos los éxitos humanos...
El verdadero amor sabe de la falibilidad y la debilidad humana y sólo pretende comprender y armonizar las diferencias. Las diferencias son las que nos han atraído el uno al otro y las que también nos pueden separar. El amor es el arte de las diferencias. Si bien los intereses, los sueños y proyectos compartidos nos acercan, son las diferencias, el reconocimiento y el respeto de las diferencias lo que fortalece la relación humana. Si no compartimos las diferencias, olvidaremos nuestros comunes intereses. A veces es difícil aceptar las diferencias, pero podemos respetarlas. Sí, el amor es el arte de aprender a aceptar o respetar las diferencias.
Dr. Mario Rosen |