Sobre esto, quiero que reflexionemos, que nos preguntemos ¿Escuchamos a los otros? ¿De qué modo? ¿Escuchas a los demás mientras lees, mientras envías un mail o miras algo en tu computador? O ¿Escuchas poniendo el 100 % de ti a disposición de esa escucha, prestando atención a lo que el otro tiene para decirte, a su emocionalidad, a lo que no dice, a lo que le importa y le preocupa?
¿Escuchas dejando de lado las etiquetas que les has puesto a los otros? O muy por el contrario ¿Tú ya sabes lo que él va a decir porque ya sabes el tipo de persona que es y por lo tanto las cosas que piensa y dice y ni falta que hace que lo escuches?
¿Escuchas porque con los años has aprendido que de todas y cada una de las personas que pasan por nuestra vida hay algo que podemos aprender? O ¿a ciertas personas ni las escuchas porque tú ya sabes mucho y estás de vuelta de muchas cosas?
Quizás no importan tanto las razones, si lo hacemos por apuro, si lo hacemos por indeferencia, por desconocimiento o porque no le damos a las personas y a las relaciones el valor que tienen… quizás eso no sea importante…
Quizás sí podamos rescatar como importante que la escucha es una parte importante de nuestras conversaciones, que en ella se teje una parte importante de nuestras relaciones, de nuestro bien-estar y del bien-estar del otro en el con-vivir con el otro, que de una buena escucha resulta un hacer efectivo donde logramos coordinar acciones donde lo que se pide y lo que se da van en concordancia.
Quizás podamos pensar o re-pensar que el escuchar es también una forma de mostrarle a los otros lo importante que son para nosotros…
Un cariño inmenso
Mil gracias por leerme
Cristina
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