A veces parece que la vida nos jugará en contra, todo nos sale mal, si hay un modo difícil y complicado en las cosas podrían salir, pues ese es el modo en que nos sucede. Si hay 15 posibilidades de que una cosa resulte insatisfactoria, pues nosotros hemos descubierto la número 16.
No hay modo de que veas lo positivo, porque no hay dónde mirar nada positivo en lo que te viene sucediendo. Tus reservas de buen humor y mirada positiva parecen estar agotándose. ¿Y entonces? …
Y entonces… Quizás lo primero es poder correrte de esa creencia de que la mala suerte se ha instalado en tu vida. Como mínimo por dos cosas:
Porque la buena suerte o la mala suerte no son espacios de dominio tuyo, por lo tanto si tu futuro o tu presente, dependen de algo del afuera –lo que sea que esto sea- entonces las posibilidades de que tu vida mejore son pocas y te pueden ser esquivas.
Porque -con mucha facilidad- a veces decimos que lo que nos sucede es mala suerte o buena suerte. Enjuiciamos rápidamente sin recordar que muchas veces aquellos que hemos juzgado de desafortunado, terminó siendo un cambio muy bueno del que –con el tiempo- debimos estar agradecidos.
Por otro lado, ubicarte en el espacio de ser la victima de la mala suerte, te deja imposibilitado de poder modificar las cosas.
A veces escucho a algunas personas comentar que hace años viven en una situación totalmente indeseable y me pregunto ¿Qué puede hacer que la gente prefiera contar historias a tener resultados? ¿Por qué alguien puede preferir que le pasen la mano por la cabeza diciendo "pobre de ti" a lograr el respeto de ellos mismos y de los otros? ¿Qué puede hacerles que elijan otras cosas en cambio de hacer todo lo que está a su alcane para lograr ubicarse en este mundo en el lugar que les corresponde?
¿Qué tan gratificantes pueden ser los dividendos de la queja para elegir quejarme en lugar de despertarme y darme cuenta que yo soy el único tengo el poder para encontrar mi propia felicidad, que esa es mi responsabilidad y de nadie más? ¿Qué los demás no pueden hacer por mí lo que yo no haga?
Si los vientos no soplan a tu favor, es mil veces preferible mirarte como héroe,… desde ese espacio probablemente desplegarás todas tus fuerzas y quizás descubras recursos en ti que no conocías. Cualquier cosa es preferible a que te sientas una víctima impotente de las circunstancias.
No te apresures en emitir juicios en contra. Trabaja en aprender a fluir con las circunstancias, con la certeza interior de que todo siempre es para mejor- De ser posible, emite cada vez menos juicios, y cuando emitas un juicio procura que éste tenga fundamento y que verdaderamente, sea necesario emitirlo.
En lugar de emitir juicios, quizás puedas reflexionar: ¿Hay algo que esta racha de "mala suerte" está queriendo avisarme? ¿Hay algo que estoy necesitando aprender? ¿De qué modo puedo transformar este problema en una oportunidad? ¿Cómo puedo sentirme en paz con esta situación? ¿Qué necesito hacer para eso?
Un abrazo.
Gracias por leerme.
Cristina
Tener conocimiento profundo
Adquirir grandes capacidades
Estar bien entrenado
Un buen decir
Eso es buena suerte.
Buda
El coraje y la perseverancia forman el talismán mágico ante el cual las dificultades y los obstáculos se desvanecen
John Quincy Adams
Libérate de la ansiedad,
piensa que lo que debe ser, será
y sucederá naturalmente.
Tomado de Libro Regalo "Buena Suerte"
Cuento de la Buena-Mala Suerte
Cuenta la historia, hace ya varios años, que en una comarca de algún lugar, vivía un granjero. Este se dedicaba a la siembra, ayudado por un viejo caballo. Un día el animal se fugó hacia una pradera.
Prontamente, llegaron hasta la granja todos los vecinos, haciéndole saber que se condolían por lo sucedido, "qué mala suerte" dijeron, a lo que el granjero respondió: "¿mala suerte, buena suerte?."
Dos semanas más tarde el caballo regresó acompañado de una tropilla de cuadrúpedos salvajes. Nuevamente se acercaron los colindantes y exclamaron: "¡qué buena suerte!", a lo que el granjero respondió: "¿Buena suerte, mala suerte?. Luego de unos días, el granjero le pide a su hijo que subiera a uno de esos caballos y que lo domara. El caballo era bravo, y no fue fácil tarea, tal es así que el joven acabó revolcado sobre la tierra y con una pierna rota.
Nuevamente todos se acercaron para expresarle al granjero sus compasiones: "¡qué mala suerte!", rápidamente sobrevino la respuesta: "¿Mala suerte, buena suerte?". Pasados tres días, llegaron al pueblo reclutadores para la milicia, buscando jóvenes que sirvieran a la patria para la guerra que se estaba por librar.
Como era de esperar visitaron la granja en busca del joven, pero al ver en las condiciones en que se encontraba su pierna luego del suceso con el caballo desistieron de reclutarlo, ya que no les serviría para sus propósitos. Los colindantes jubilosos se acercaron a la granja y expresaron ante el granjero: "qué buena suerte", la respuesta de éste fue: ¿"buena suerte, mala suerte?".
Moraleja: ¿qué es la suerte? Lo que a veces aparenta ser una desventura puede ser en realidad un suceso bienaventurado.